Hace algún tiempo me preguntaba, por qué nunca me enseñaste música?
Hoy ya no me pregunto esto y le doy rienda suelta a mi deseo de escuchar lo que tienes para enseñarme sobre la música. Inicié la conversación preguntando: Como puedo identificar las notas tristes, alegres y demás?
Comenzaste con mencionar piezas, instrumentos, tiempo, notas uuuuffff cuantas cosas. Te mencioné que mi propósito al aprender es enseñar a los jóvenes de un proyecto, un poco de amor por la música. Después de conocer mi propósito, me dijiste que debo aprender:
1. Identificar los nombres de cada instrumento.
2. La agrupación a la que pertenece (viento, percusión y otros).
3. Escuchar como suenan.
4. La posición en la que se ubican dentro de la orquesta.
Aprendí que una filarmónica y una sinfónica, solo se diferencian en quien la patrocine, los instrumentos son exactamente los mismos.
Si quieres ir conociendo los sentimientos en una pieza, puedes ir escuchando la obra de Pedro y el Lobo.
No juzgarte, no preguntarme por lo que ya pasó, ha hecho que me de cuenta de que la música tiene un lugar muy especial en tu vida, un lugar que no había podido explorar ni conocer hasta ahora. No sabes cuanto me alegra, la actitud que he adquirido al realizar ejercicios de pensamientos de amor que me están permitiendo conocerte un poco.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario