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martes, 13 de agosto de 2013

Armando tu historia

Pedro y el lobo es nuestra conversación inicial, de ahí pasamos a como localizar el libro que trata sobre los diferentes instrumentos y su organización dentro de la orquesta.   Insisto en que busques en youtube todo lo que quieras enseñarme, porque a través de esta herramienta, a parte de conocer el instrumento, podemos escucharlo.   Siento que no lo entiendes porque todavía tienes tus temores con respecto al internet.

Me hiciste el comentario de que cuando estabas con Roberto y Gregogorio preguntaban si tío Biembo era mayor o menor que tú.  Te sentiste bien al conversar con ellos porque te mencionaron que te ves mas joven que él y que eso se debía a tu vida ejercitado.   Me sentí orgullosa de que a diferencia de ellos yo sabía que tú eres mayor, además me gustó saber el orden en el que tenían tus hermanos:
Antonio
Chere
Cristina
Batica
Aurelio
Lon
Calín
Uno o una fallecida
Mingo
Magina

Biembo

Tu madre murió de problemas de presión arterial, además murió ciega.  Decías que tu madre era como yo, siempre tenía algo positivo que ver en cada situación, es algo que no dijiste tan así, pero de esta forma lo entendí.  Ella aceptaba a cualquiera que lo necesitaba en su casa y  no reparaba en si esa persona estaba enferma o no, porque sentía verguenza de decir que no o de hacer público que la persona tenía una u otra enfermedad; fue así que se te pegó la enfermedad de la buba que te quemó el cuerpo en algunas partes y que te dejó con manchas en otras partes.

Ahora entiendo tu odio hacia los haitianos, es que todas las enfermedades que viste y hasta la que tuviste, la presenciaste en los haitianos.   Tienes una razón que consideras justa para odiar a los haitianos.   Además de esta enfermedad sufriste de chincha en los pies alguna vez y recuerdas lo desagradable del hoyo en el pie al sacarte  la casa y crias de este bicho.   

Ninguna razón es tan poderosa que se merezca tu odio por toda una vida, pero es lo que aprendiste y nadie te lo puede quitar.  Mi posición actual es la de escucharte, conocerte y entenderte.

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