Caminando a tu paso

Hoy salimos de la casa a las 5.30 A.M..   Percibí, en tu conversación con el perro al salir, que te encantaría que él también pudiera caminar con nosotros (él es sordo y es un poco difícil educarlo para cualquier cosa), pero lo tomaré en consideración en lo adelante cuando haya tomado tu ritmo y meta al caminar.

Hablamos sobre tus preocupaciones de tu seguro.  Hasta ahora siempre que tratábamos este tema teníamos una severa discusión al respecto, pero hoy, hemos podido hablar sin que yo me exalte y sin que tú te muestres renuente a entender, he podido mantener un tono suave al hablar, me he permitido ser hija en la conversación, sin dejar de mostrar mis puntos de vista y mi propia frustración al no entender el funcionamiento del sistema de seguridad social para con los pensionados.    

Hemos llegado al 6 sin darnos cuenta, porque de seguro hemos pasado a la condición de mi cuerpo en el día de ayer después de que hacía mucho que no caminaba, que bueno que preguntes por como me siento; me has recomendado usar el aparato de masajes para la molestia del brazo; bla bla bla y llegamos al 5, he caminado a tu paso hoy y decidí avanzar un poco mas hoy.   Ya decidiste mi meta para mañana, así lo haremos.   

Hoy he caminado a tu paso.