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lunes, 29 de julio de 2013

Hacer algo extraordinario

Si bien es cierto que el primer abrazo de la mañana fue fallido.   Les comento que el segundo fue acertado  Aproveché el momento en que estaban mi esposo y dos de mis hermanos junto a mi padre para darle besos y abrazos a cada uno.  Allí en aquel semicírculo de hombres de estatura mucho mayor a la mía, estaba mi viejo, siendo el tercero en el orden que escogí, al acercarme dijo, pero ya me felicitaste y le dije "pero no con un verdadero abrazo y un beso" y entonces accedió a recibir ambos.  La verdad es que, sé que en este momento recibió un abrazo que no rechazó, para no hacerme sentir mal frente a los demás.   Al abrazarlo sentí esa gran necesidad de sentirse querido; lo que no esperaba, era sentir esa misma necesidad de abrazo en mis dos hermanos.   Esto me ha hecho crearme el firme propósito de abrazarle mas a menudo y no sólo esto, sino pedirle a mis hermanos que a partir de hoy abracen a su padre al llegar y al marcharse de la casa. Solo logré que uno de los tres que estuvieron ayer lo hiciera.  Sé que inicialmente es difícil, pero también sé que se puede lograr.  

Hoy te deseo un día lleno de acciones ordinarias que te permitan entregar algo extra y  así al final tener un día extraordinario. 

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